Cómo esta historietista argentina convirtió a un garabato de su infancia en su carrera

María Rendo  | 

(Cortesía de Camila)

(Cortesía de Camila)

A través de la historieta Cami Camila, la artista Camila apoya a las causas que le importan, como la igualdad de género y la educación.

Camila creció en la Ciudad de Buenos Aires. De chica dibujaba en los márgenes de sus cuadernos mientras estaba en clase. Siempre dibujaba lo mismo: la figura palito de una nena y su globo rojo. Para Camila ese dibujo representaba sus esperanzas para su futuro. “Siempre fui muy optimista y soñadora y el dibujo representaba eso, que mis sueños estaban al alcance de mis manos y no los iba a soltar,” comparte. 

Dicho y hecho: Camila nunca soltó a la nena con su globo rojo. La siguió dibujando inconscientemente en el trabajo. La dibujaba tanto que decidió tatuársela en el brazo. En el 2015, Camila creó una página en Facebook bajo el pseudónimo Cami Camila para compartir su escritura.  La nena del globo rojo era la imagen ideal para su foto de perfil.

(Cortesía de Camila)

(Cortesía de Camila)

Camila empezó a publicar historietas en la página de Facebook, con Cami Camila como protagonista, donde comentaba sobre la vida en Buenos Aires, especialmente la vida de las mujeres. A la gente le encantó su sentido del humor y ese éxito inesperado inspiró a Camila a publicar historietas de Cami Camila todas las semanas. A través de sus historietas, descritas como stand-up gráfico, Camila comenta sobre las normas de la sociedad, las relaciones, la pop culture y el paso del tiempo. También usa sus historietas para apoyar a las causas que le importan, como la igualdad de género y la educación, como en esta historieta que creó para Fundación Pilares

(Cortesía de Camila)

(Cortesía de Camila)

Sus historietas llenas de humor y reflexión ya tienen más de un millón de seguidores en Facebook y 144,000 seguidores en Instagram. En el año 2015, Camila renunció a su trabajo en publicidad  para seguir su proyecto con Cami Camila. Ahora también vende productos de Cami Camila por internet y publicó “¡A la pelota!,” un libro ilustrado para aquellos que quieren aprender de fútbol. 

Me junté con Camila en Buenos Aires, donde, entre muchas risas, hablamos sobre su proceso creativo, su relación con sus lectores y el poder de las historietas como herramientas para hacer comentarios sobre la sociedad en la que vivimos.


María Rendo (MR): Siempre decís que no sabes dibujar, pero acá estás dibujando a Cami Camila. ¿Cómo pasó eso?

Camila (C): Salió porque yo siempre viví medio alejada del centro [de la ciudad de Buenos Aires]. Vivo en Buenos Aires pero en la otra punta, vivo en Montecastro. Y no hay un colectivo que me traiga directo para el centro. Siempre era colectivo, subte, combinación con tren, combinación con helicóptero y submarino [se ríe]. Entonces aprovechaba esas idas y vueltas del trabajo. Siempre el tema del tiempo me hace pensar “¿Qué estoy haciendo que no lo estoy aprovechando? O si lo estoy aprovechando y cómo puedo hacer rendir mi día al máximo y hacer cosas que me gustan.” Y me parecía que era un montón perderme una hora de ida y una hora de vuelta viajando sin hacer nada. Me llevaba material para leer pero a veces no podía ni sentarme entonces era más complicado. Terminé dibujando palitos porque era lo que me salía en el colectivo, parada, sentada, dada vuelta, colgada, como podía.

A veces me preguntan “¿Fue estratégico entonces el palito para que todo el mundo se sintiera identificado?” No, la verdad que no. Gracias, pero no tuve esa chispa [se ríe]. Pero a partir de ahora esa va a ser mi versión oficial de los hechos [se ríe]. La verdad es que fue porque dibujaba como podía y en el tiempo que podía,  en el colectivo o a escondidas de mi jefe.

 
(Cortesía de Camila)

(Cortesía de Camila)

 

MR: ¿Y cómo empezaste con la historieta como el modo de escritura?

C: Empecé completamente de casualidad porque yo en realidad escribía más cuentos. En la adolescencia escribía canciones, yo decía que iba a ser cantautora. Y cuando creo la fanpage Cami Camila, que fue por una amiga que me  motivó y me incentivó a que empezara a publicar las cosas que yo escribía, la idea era subir un poco de todo: relatos, historias, frases. Las historietas no eran mi intención porque yo nunca supe dibujar.

MR: ¿Por qué creés que las historietas son una buena herramienta para hacer comentarios sobre la sociedad?

C: Porque creo que es de muy fácil lectura. La historieta tiene esto de que es texto y dibujo y con las dos cosas juntas podés decir mucho de una manera simple, con muy pocos elementos. Ni hablar yo que hago palitos! Siento que realmente la historieta es un formato que te permite decir mucho con poco. Y aparte es empático, es simpático, es cercano. Es más fácil identificarte con un personaje de una historieta que con una persona. No es lo mismo que yo les esté hablando de lo que sea con mi cara a que se los diga Cami Camila, que aparte ya la conocen mucho más a ella que a mí. Entonces creo que es re poderosa la historieta como formato.    

MR: ¿Qué tipos de conversaciones pudiste empezar a través de Cami Camila?

C: Sobre el feminismo. En el 2015 cuando yo empecé, al menos yo y creo que muchas chicas no estábamos metidas en el feminismo en absoluto. Hubo un quiebre impresionante con #NiUnaMenos ese año que creo que fue un cambio rotundo en la mentalidad de muchas de nosotras que de repente empezamos a desnaturalizar un montón de cosas que habíamos naturalizado un montón de tiempo. Y nos empezamos a cuestionar cuál es el rol de la mujer, por qué hay tanta desigualdad para con el hombre en todos los ámbitos, en el ámbito familiar, en el ámbito laboral. 

Desde ese momento mi cabeza empieza a hacer un click. Mi cabeza cambió por completo y empecé a tratar de reflejarlo en las historietas. Fue un largo camino porque yo tenía un montón de estructuras que con el tiempo me fui dando cuenta de que no estaban bien y de que tenía que cambiar y que estaba bueno también comunicar ese proceso. Yo no nací feminista. Me hice feminista porque la educación que recibí no fue feminista, y menos la de mi mamá y mucho menos mis abuelos. 

Fue un cambio personal muy fuerte que yo sentí como persona más allá de mi trabajo. Esta desconstrucción que fui haciendo, que sigo haciendo todos los días y que probablemente haga el resto de mi vida, la intenté compartir en las historietas. Con las cosas buenas y las cosas malas, con lectoras que entendieron y que compartieron y otras que no y se enojaron y pensaron diferente.

 Yo siempre trato de hablar y establecer todos los temas desde el respeto, desde el debate sano. Creo en una sociedad más justa, con igualdad para todas las mujeres en todo sentido. Es un granito de arena que vas sembrando. Ojalá sirva.

MR: ¿Por qué decidiste compartir tu trabajo en las redes sociales en lugar de en un medio más tradicional como una revista o un diario?

C: Yo creo que en ese momento [2015] era el auge de las redes. Facebook estaba arrasando. Mi amiga es periodista, creo que también ella lo sintió así como que Facebook era una herramienta fundamental para llegar a mucha gente, especialmente de mi edad. Sin dudas siempre digo que no sé si hubiera llegado a la cantidad de gente que llegué si las redes no hubieran existido o si yo hubiera nacido años atrás y hubiera tenido que ir a tocarle el timbre a medios. Lo mejor que tienen las redes es que si uno confía en sí mismo y en lo que hace se puede darse esa oportunidad. En cambio si vas a un medio dependés de que otro te la dé. Entonces esa es la magia para mí que tienen las redes, si confiás en tu trabajo y en lo que haces es como un autobombo todo el tiempo, una autogestión donde podés mostrar tu laburo por tu propia decisión, sin tener que esperar a que alguien te dé esa oportunidad y eso está bueno.

(Cortesía de Camila)

(Cortesía de Camila)

MR: Contame sobre tu relación con tus seguidores. ¿Inspiran tus historietas?  

C: Sí, muchos, sobre todo mujeres. Me escriben proponiendo temas y está muy bueno porque la verdad me río sola en mi casa. Me cuentan sus anécdotas y hay algunas cosas que son impresionantes, que obviamente siempre filtro o pregunto si se puede contar para ver si me lo están contando a mí para hacerme reír o quieren que lo comparta con todos.

Eso también está bueno de las redes, que es como un ida y vuelta constante. Las temáticas también. A veces me siento psicóloga, me han hecho llorar obviamente. A veces me cuentan cosas que son impresionantes. Cosas super lindas o cosas que están pasando en sus vidas. Me cuentan historias muy tristes y anécdotas muy fuertes.  Y me dicen “pero te leí y me sacaste una sonrisa” y yo ahí llorando en mi casa como un marrano. En esos momentos siento que vale la pena todo lo que hago. Es hermoso eso.

MR: ¿Por qué decidiste empezar la cuenta de Instagram?

C: Hoy en día Instagram es como la plataforma más importante que tengo, si bien tengo muchas más lectoras en Facebook. En Instagram tengo más interacción con las lectoras porque en Facebook ya es muy difícil tener alcance por las restricciones de los algoritmos que le pusieron. Ahí ya es muy difícil de llegar. Sólo un 2% de la gente que te sigue puede ver el contenido entonces es muy chiquito. En cambio en Instagram todavía llegas a un poco más de gente sin tener que ponerle publicidad.

MR: Interactuás un montón con la gente que te comenta.

C: Sí, les debo todo. El escritor que no publica y que nadie lo lee… yo siento como que no tiene sentido. Si no interactuás con la gente que te está leyendo perdés un montón. Hasta cuando me critican y me dicen “Mirá que acá fijate que te faltó” lo que sea. Está buenísimo. Me encanta saber qué piensan, qué opinan, si se rien, si no, si les pasó. Es parte también de lo que me gusta. La verdad que la relación con las lectoras es lo más. Me estallo. Me rio sola en mi casa. Eso es lo bueno también de las redes, que no es sólo algo unidireccional que yo subo el contenido y vos lo ves y pensás lo que quieras. Es como una construcción llena de interacciones.

(Cortesía de Camila)

(Cortesía de Camila)

MR: ¿Qué consejos le darías a artistas jóvenes que quieren aumentar sus números de seguidores en las redes sociales?

C: A veces me escriben y me dicen que no se animan a publicar su trabajo. Esa es la primera barrera. Y siempre les digo que el autoboicot es el peor enemigo que todos tenemos, absolutamente todos, algunos en mayor o menor medida. Esa es la primera barrera que hay que derribar sí o sí porque si todos pensáramos así no habría artistas y no habría nada. No existiría el mundo como lo conocemos. Entonces confiar en lo que uno hace, hacerlo con el compromiso y la responsabilidad que conlleva, tener conciencia de que estar en las redes también significa que llegas a un montón de gente que tal vez ni te hubieras imaginado como me pasó y aprovechar ese alcance para promover lo que uno cree que está bueno decir. Más allá del humor o de lo que sea que hagas, que lo que comuniques esté bueno, que tenga un mensaje positivo. Eso sin dudas. Y creer en uno mismo básicamente creo que es lo más difícil pero lo más importante para todo lo que sea que hagas.

MR: ¿Qué aprendiste de trabajos anteriores que después te resultó útil para Cami Camila?

C: Mi primer trabajo fue en un call center. Que vos decís “qué tiene que ver un call center?” Un montón! Trabajé tres años y medio en un call center para una empresa de telefonía porque estaba estudiando y me servía para ganar plata. Nosotros somos tres hermanos. Si bien nunca nos faltó nada, no estaba en condiciones de ponerme a estudiar sin trabajar, a pesar de que mi mamá siempre prefirió que yo sólo estudiara. Pero la verdad que siempre fui muy nerd y me re dedicaba a la facultad más allá del trabajo. Nunca abandoné los estudios porque me gustaba mucho. 

Ahora uso muchas cosas de la gente con la que hablé en el call center,  formas de decir y frases, en mis historietas. Muchas historias muy graciosas también. Me llevé muchas anécdotas del call center. Estaba en contacto con gente todo el día, todo el tiempo, y sí eso me re sirvió.

MR: Cuando empezaste con Cami Camila, ¿pensaste que podría convertirse en tu trabajo?

C: No, no pero ni por asomo. Soy la persona más soñadora que conozco, lo digo siempre. El optimismo me caracteriza. Siempre pienso que de todo puede salir lo mejor, para mí y para cualquier persona que me rodee. Realmente lo siento así pero en ese momento cuando la creé, que era 100 por ciento hobby, nunca me había imaginado que iba a ser una fuente de trabajo. No, ni por casualidad. 

Y bueno trabajar en publicidad me sirvió porque en realidad fue lo que me terminó permitiendo abrirme. A medida que empezó a crecer la comunidad de lectores se empezaron a sumar las marcas y ahí yo pude hacer publicidad con historietas, historietas brandeadas dentro de Cami Camila y en las redes también de esas marcas. Así que no reniego tanto de la publicidad porque me terminó sirviendo como herramienta para seguir con lo mío.    

MR: ¿Qué se viene para vos y Cami Camila?

C: Empecé un canal de YouTube. El canal de Cami Camila surge a partir de una empresa acá de publicidad que tiene unas pantallas en algunas líneas de colectivos de capital, de Buenos Aires, y me propusieron hacer videos para esas pantallas.  Me contrataron ad honorem pero me pareció muy bueno porque salgo un poco de las redes sociales y me pone un poco más en el día a día de la gente. A veces estás viajando en el transporte público y es medio un garrón, lleno de gente yendo a trabajar, la rutina y todo. Después de decirles que sí me puse a pensar que podía subirlos a un canal de YouTube y ahí lo creé.

Hace poco firmé contrato con la editorial Penguin Random House por un libro que va a salir en mayo. La idea es llegar para la Feria del libro en Buenos Aires. La temática tiene que ver con cómo van cambiando las maneras de pensar sobre la vida con el paso del tiempo, analizando el amor, la amistad, el trabajo, los proyectos, siempre desde el humor y desde la mirada optimista de Cami Camila.

(Cortesía de Camila)

(Cortesía de Camila)

MR: Hay tantas chicas que quieren ser artistas o escritoras pero no saben por dónde empezar. ¿Qué les recomendarías?

C: Lo primero es que estudien. Es decir si no tienen acceso a algo privado, hay un montón de cursos que capaz uno no sabe pero es cuestión de googlear y de investigar. Hay un montón de cursos, talleres, que uno puede hacer. Y después nutrirse de todo lo que puedan, leer todo lo que puedan, ver todas las películas que puedan, series. Nutrirse también de otros artistas, independientemente del género, no hace falta que sean escritores o pintores. 

También que lean biografías porque están buenísimas. Uno tiene esto de ver el resultado siempre en un artista, en un emprendedor, en un empresario o lo que sea y nos preguntamos cómo llegaron a eso así tan rápido. Y no… después te empezás a leer y ves que nada es así tan rápido y nada fue tan fácil. Esa persona también tuvo un montón de cosas que tuvo que ir aprendiendo y enfrentando. Y eso está buenísimo porque te inspirás en un montón de otros casos. Es lo que hacen ustedes con Assembly básicamente porque cuando lees o escuchas la historia de otra persona, por ejemplo yo en charlas que he estado de mujeres emprendedoras en Uruguay y en Argentina, salis como con un empoderamiento que decis “me como el mundo, puedo hacer lo que yo quiera!” Es re lindo! Todo eso les diría y que no se autoboicoteen. Si creen que tienen algo realmente lindo para decir y positivo, que vayan para adelante.

Esta entrevista fue editada y condensada por claridad.

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María Rendo

is the communications assistant at Malala Fund. She is from Buenos Aires, Argentina and loves reading, cats and coffee.