Mi vida en Venezuela

Katty Reyes  | 

La estudiante de 16 años Katty Reyes comparte la realidad de la crisis en Venezuela. (Cortesía de Silvana Trevale)

La estudiante de 16 años Katty Reyes comparte la realidad de la crisis en Venezuela.

Mamporal, mi ciudad natal en Venezuela, era una belleza por decirlo así antes no había crisis económica. El aseo, el agua, la luz, todo funcionaba y no había problemas. No había esa inseguridad económica que hay ahorita. Las calles estaban limpias y tú podías salir a la hora que sea.

Pero el pueblo no está como antes. Desde las elecciones presidenciales de 2013, Venezuela ha experimentado un drástico desmoronamiento de la economía. El país lleva 45 meses en estado de hiperinflación, y ocho de cada 10 venezolanos declararon comer menos por no contar con suficiente alimento en el hogar o por la escasez. Ahorita Mamporal ya no es cómo antes, así que nos quedamos en casita y las actividades se paralizaron. La situación económica está de mal en peor. Las cosas son súper caras, no podemos conseguir las cosas que necesitamos y hay problemas de agua potable, luz, internet y más. También vengo de una familia muy numerosa, entonces se nos hace difícil alimentarnos porque no se puede conseguir comida ni medicamentos porque es muy costoso. Y, por supuesto, todo eso afecta pues en mis estudios. No son fáciles las cosas, pero yo tengo fé que van a cambiar algún día.

Recientemente tuve la oportunidad de compartir mi historia y lo que está sucediendo en Venezuela a través de un ensayo fotográfico para la colaboración de Malala Fund con Studio 1854 y British Journal of Photography. Durante una semana, acompañé a Silvana Trevale, una fotógrafa venezolana, y su familia en Paparo, una ciudad en el estado Miranda, y luego en Caracas, la ciudad capital de Venezuela. Durante mis viajes paseamos por muchos lugares que nunca había visitado antes, y me enamoré de muchos de los sitios. Primero me sentía un poco nerviosa, pero después contestando todas esas preguntas sobre Venezuela fue como un desahogo para mí, y ahora quiero a Silvana más que a una hermana. Estoy agradecida por la oportunidad de compartir mi historia a través de estas fotos y hablar sobre mis dificultades para completar mi educación. Espero que a través de estas fotos, conozcan la verdad de la situación y que esta es una historia que no sólo es mía si no que también es de muchos venezolanos, más que todo de los jóvenes.

La situación económica está de mal en peor. Las cosas son súper caras, no podemos conseguir las cosas que necesitamos y hay problemas de agua potable, luz, internet y más.
— Katty Reyes

Aunque las cosas son difíciles para mi y mi familia en muchos momentos, no me impide seguir adelante, cumpliendo mi meta de conseguir una carrera que me gusta y ayudar a mi familia a estar bien. Me encanta poder compartir con ustedes los problemas que afectan mis estudios y ayudar a construir un mejor futuro para mi, para mi familia y para los jóvenes de Venezuela.


Cortes de luz

Líneas eléctricas en Venezuela. (Cortesía de Silvana Trevale)

Ahora mismo en Venezuela, hay momentos en que la luz se va hasta casi todo el día. Eso ocurre porque el sistema eléctrico del país no ha sido mantenido durante años, y está fallando desde hace muchísimo tiempo. No se le ha invertido el tiempo ni el dinero necesario para que funcione y proporcione luz confiable a todo el país. También llueve mucho, y al llover quitan la luz porque se caen los árboles debido a los fuertes truenos y relámpagos. Cuando esto ocurre pasamos hasta dos días sin luz, hasta que se ponen a reparar los postes.

Al irse la luz, se va la internet, y eso nos afecta porque no se puede comprar nada en los mercados, ni se puede hacer las actividades escolares. Solo podemos usar los libros, pero lastimosamente no hay suficientes libros en la escuela y ellos no tienen la información suficiente, lo cual impide que pueda cumplir con mi meta de graduarme de la escuela. Me parece quizás estudiar turismo o alimentación, pero todo eso es complicado por la situación en mi país.

“Para los venezolanos, es necesario apoyarse unos a otros, porque no está fácil la cosa aquí en Venezuela. Yo tengo nada más tres amigas y las tres nos apoyamos en todo,” dice Katty. (Cortesía de Silvana Trevale)

Para los venezolanos, es necesario apoyarse unos a otros, porque no está fácil la cosa aquí en Venezuela. Yo tengo nada más tres amigas y las tres nos apoyamos en todo. Por ejemplo, si una de nosotras no tiene cuaderno o lápiz y la otra sí, se lo dábamos. Ya que nuestros libros escolares a menudo no tienen la información que necesitamos para completar nuestra tarea, tenemos que ir a un cibercafé donde nos cobran por hora para usar sus computadoras e impresoras. Pero ya no podemos ir todo el tiempo porque cuesta demasiado dinero.

Como moraleja, esa situación difícil nos ha enseñado las cosas que más importan. Ahora estoy aún más decidido a ser independiente porque ya mi casa no está en condiciones para poder vivir. Quiero trabajar duro y graduarme para poder ayudar a mi familia, especialmente porque ya mi papá es mayor. A pesar de que esté pasando estos momentos malos, estoy agradecida porque gracias a mis padres tengo apoyo para lidiar con dificultades y problemas pero pa’lante (“para adelante”).


Falta de recursos escolares

“Me siento muy mal cuando veo la falta de recursos en mi escuela. Hay veces cuando no me provoca asistir a mis clases porque me siento incómoda,” comparte Katty. (Cortesía de Silvana Trevale)

Con respecto a mi escuela, se nos hace difícil como dije porque no tenemos acceso a suficientes recursos académicos y al internet, lo cual dificulta mi rendimiento escolar. Ahorita la escuela está en línea por la pandemia, pero este año supuestamente será un horario rotativo: una semana sí y una semana no. He aprendido menos este año porque por supuesto no es como una clase normal, no hay suficientes actividades para que aprendamos y tienes menos oportunidades de decir en voz alta lo que piensas o de hacerle una pregunta a tu profesor. Me siento muy mal cuando veo la falta de recursos en mi escuela. Hay veces cuando no me provoca asistir a mis clases porque me siento incómoda.

Además, se nos dificulta a mi familia la adquisición de materiales escolares como cuadernos, lápices, marcadores, crayones, borradores, sacapuntas, reglas y finalmente la computadora. Estas cosas son muy costosas, y los sueldos aquí no alcanzan. Qué es así si compras una cosa, no compras otra. Entonces yo a mis padres no los molesto porque yo sé que no pueden comprarme materiales. En un momento tenía una computadora pero tuve la mala suerte de que me la robaran una semana después de que la recibí, a causa de la inseguridad del país. Estaba en el segundo grado cuando eso ocurrió.


Escasez de gas

“De verdad que la situación del gas es muy grave porque hay veces que pasamos hasta dos o tres meses sin gas y tenemos que cocinar en leña,” explica Katty. (Cortesía de Silvana Trevale)

De verdad que la situación del gas es muy grave porque hay veces que pasamos hasta dos o tres meses sin gas y tenemos que cocinar en leña. Cuando nos llega el gas, tenemos que utilizarlo con mucha moderación. Cuando terminamos de cocinar cerramos la bombona rápidamente, y cuando cocinamos cosas que duran más tiempo en cocinarse, por ejemplo caraotas o sopa, lo hacemos en leña. Bueno la leña por una parte es buena porque, aparte de que cocina rápido, queda la comida rica, y ya algunas personas están acostumbrados a eso. Pero cocinar en leña se me quita mucho tiempo porque tengo que ayudar a mi mamá, y trato de desocuparme rápido para poder estudiar.


Agua sucia

Katty con una flor en el pelo. (Cortesía de Silvana Trevale)

Las tuberías en Venezuela tienen que ser arregladas y cambiadas ya que están muy viejas y el estado no las ha mantenido. Por eso, el agua viene sucia porque no les hacen tratamientos. Hay sectores en Venezuela que duran hasta un mes sin agua. Ya que el agua es necesaria para el organismo hay veces que uno tiene que ir al manantial o en otros lados lejos de casa a buscar agua potable. Es complicado también porque el agua del manantial ya no es apto para beber, pero antes había colas de personas tan largas que tenías que ir como a las 5 a.m. si querías salir temprano. Las escuelas en Venezuela tampoco tienen agua potable, y hay veces en que no hay agua en los baños. Ahorita la única forma de conseguir agua es comprarlo.


No suficiente comida

Un árbol en flor en Venezuela. (Cortesía de Silvana Trevale)

Para mi familia es muy difícil poder comprar la comida suficiente para nosotros ya que los sueldos no dan lo suficiente y no hay trabajo en el país. Somos ocho en mi familia inmediata, pero en realidad somos 11 hermanos; los seis mayores de nosotros se criaron con mi abuela que vive en Maracaibo estado Zulia, y nosotros cinco nos criamos aquí en mamporal.

A nosotros nos llega una bolsa de comida cada dos meses. Mayormente vienen 11 alimentos: dos paquetes de arroz, cuatro paquetes de harina, un paquete de frijoles, un paquete de azúcar, una lata de sardinas y dos paquetes pasta. A veces viene 250 gramos de leche también, pero no es todo el tiempo. Toda esa comida nos dura dos meses. En realidad, lo que nos dan no es suficiente para que un ser humano se alimente. Trae puro productos secos y nada de salado o fresco, y trae productos de manera muy irregular. En los meses en que la bolsa no llega, tenemos que comprar comida con el dinero que tenemos. Mi papá recibe la pensión y su jubilación, aunque no es suficiente para comprar lo que una persona necesita, y mi hermano mayor trabaja en las casas del pueblo limpiando patios.


Esperanzas para el futuro

“Creo que no va a volver la Venezuela de antes, si no una mejor que antes porque seremos personas entendidas,” dice Katty. (Cortesía de Silvana Trevale)

A pesar de que la situación en Venezuela es así, tengo presente mis metas para poder seguir adelante, cumplir mis sueños y sacar a mi familia adelante. No será fácil, pero hay que salir adelante para que el país pueda mejorarse. Porque de verdad nosotros venezolanos ya estamos cansados, y necesitamos que este país surja algún día. A pesar de lo que estamos viviendo, esperamos que todo va a ser mejor algún día. Los venezolanos ya hayamos aprendido a valorar más y a tener más conciencia, y creo que no va a volver la Venezuela de antes, si no una mejor que antes porque seremos personas entendidas. Hasta entonces, es importante compartir mi historia a todos para que tengan en cuenta nuestra realidad en Venezuela, y para que aprecien las cosas que ustedes tienen.

flower.png
Meet the Author
Meet the Author
Katty Reyes

(she/her) is a 16-year-old high school student living in Mamporal in Miranda State, Venezuela. She dreams of one day joining the medical field — maybe as a nutritionist or a nurse — and helping her family move forward and be well.