Con un espíritu competitivo, trabajo duro y masticando chicle, esta nadadora colombiana de 13 años va por el oro en las Paralímpicas de Tokyo.

María Rendo  | 

(Courtesy of Sara Vargas)

(Courtesy of Sara Vargas)

Entrenar para las Paralímpicas requiere madurez y enfoque pero Sara Vargas también encuentra tiempo para ser una adolescente.

A Sara Vargas, de 13 años, le gustan muchas cosas sobre ser una campeona en la natación paralímpica: ganar medallas, ganarle a sus rivales y representar a su país de origen. Pero lo que más ama, no es la fama ni los elogios, es solamente estar en el agua.

“En realidad no sé cómo explicarlo, pero una vez que entro a la piscina en los entrenamientos como que se me olvida todo, es muy relajante”, comparte Sara. “Me gusta mucho estar en la piscina”.

Sara empezó a nadar cuando tenía 5 años en su pueblo natal de Mesitas del Colegio. Después de mudarse a Bogotá por razones médicas en el año 2016 — Sara tiene raquitismo hipofosfatémico ligado al cromosoma X y condrodisplasia - ella comenzó a entrenar para competencias profesionales. 

Aunque Sara hace tiempo para jugar videojuegos con sus amigos y aprender a cocinar con su madre, su itinerario es riguroso. Ella entrena cinco horas al día, de lunes a sábado, y toma clases virtuales (algo que empezó antes de que COVID-19 lo hiciera estándar). Pero el trabajo duro de Sara, ya está dando frutos. Ella fue la atleta más joven en los Juegos Parapanamericanos de el 2019 en Lima, donde ganó cuatro medallas de oro y una de plata.

Ninguno de sus logros hubiera sido posible sin el apoyo de sus mayores admiradores: su familia. “El apoyo de mis padres y mi hermana, es un apoyo incondicional”, dice Sara. “Me apoyan en todo. Mi mamá en particular, también está muy feliz porque como una persona discapacitada en Colombia, no hay mucho que hacer. Ella tiene la misma discapacidad que yo”, añadió.

(Courtesy of Sara Vargas)

(Courtesy of Sara Vargas)

Después de calificar para los Paralímpicos de Tokyo, los sueños de Sara son más grandes que nunca. Ella quiere continuar mejorando y convertirse en la mejor nadadora paralímpica del mundo. Pero también desea inspirar a otras personas con discapacidades a que se unan a los deportes adaptados y crear conciencia sobre este movimiento.

Después de sus grandes logros en Lima, hablamos con Sara sobre su preparación para competencias internacionales, sus caramelos favoritos y lo que la motiva para ir por la medalla.


María Rendo (MR): ¿Cuáles fueron tus principales metas cuando empezaste a entrenar para competencias? 

Sara Vargas (SV): Los Juegos Parapanamericanos, Lima 2019 era nuestra meta. Esa era nuestra primera meta, bueno, como la segunda en realidad. La primera era superar a mi rival que es mi compañera, mejorar tiempos, convertirme en campeona nacional y después las otras competencias y también ir clasificando funcionalmente.

MR: ¿Pensaste que ibas a ganar medallas? 

SV: Acercándonos y entrenando para ese evento, sí. La verdad, sí. A veces digo que no y no sé por qué digo eso. ¡Porque lo hice! Por eso ya estamos entrenando para ello y también tuvimos muchas competencias antes. Miramos los tiempos, sabíamos que teníamos posibilidad de ganarnos una medalla por lo menos. Sí, me lo imaginaba y también ese era el objetivo. No ganar medallas, me hubiera decepcionado.

(Cortesía de Sara Vargas)

(Cortesía de Sara Vargas)

MR: ¿Cuál es la parte más desafiante de los entrenamientos para las Paralímpicas y cómo es diferente al entrenamiento para los Juegos Parapanamericanos? 

SV: Es difícil porque en realidad los entrenamientos para estas dos competencias son muy duros, no sólo físicamente, sino también mentalmente, porque no vas a cualquier competencia. Sólo tienes una oportunidad. En cada competencia, una oportunidad. Tienes que saber aprovecharla, pero también estar tranquila y todo. Uno comienza a mirar los rivales que no son los mismos de América y empiezas a asustarte. Pero para eso, nos preparamos mentalmente. Los entrenamientos para los juegos Panamericanos, también fueron duros. Ahora estamos más juiciosos con la comida que antes y... yo creo que los entrenamientos para cada evento son diferentes, pero se sufre.

MR: ¿Y eres más juiciosa con tu dieta?

SV: Sí, sobre todo porque como mucho dulce. Y bueno, ya casi no pero antes sí...sí, terrible. Pero ya estamos más juiciosos con la comida y eso también es una meta que tenemos. Bueno, es un plan de comidas super raro, pero nos preparamos mucho con la comida, la psicología y todo eso.

MR: Lamento hacerte pensar en los dulces que debes estar extrañándolos. ¿Pero cuál es tu favorito? 

SV: El chicle. 

MR: ¡Chicle! ¿De qué sabor? 

SV: No, de cualquiera. ¡Me encanta el chicle! Aunque no hace tanto daño como por ejemplo: los chocolates. ¡Pero qué delicia!

MR: ¿Nada con arequipe? 

SV: No, nada con arequipe. En realidad no me gusta mucho el arequipe, pero me gusta la combinación del arequipe con Cheetos.

MR: ¡Nunca en mi vida escuché que alguien coma arequipe con Cheetos!

SV: ¡Es delicioso! Tienes que probarlo.

MR: Bueno, no te pregunto más sobre los dulces porque siento que te estoy torturando.

SV: Sí, demasiado.

(Cortesía de Sara Vargas)

(Cortesía de Sara Vargas)

MR: Hablemos de algo que te haga sentir mejor. ¿Qué sientes representando a Colombia en estas competencias internacionales? 

SV: O sea, todo positivo, ¿no? Super feliz y tampoco es que sientes presión al representar a Colombia porque siempre doy lo mejor de mí. Yo estoy super contenta y super feliz, porque en algún momento lo soñé y ya digamos que se hizo realidad así que…¡wow!

MR: ¿Y qué quieres que piense la gente cuando te ve competir? 

SV: Depende, porque si es el profesor “¡Bravo!” Nunca lo había pensado pero yo quisiera que piensen, si fuera una persona igual a mí, o sea, una persona con discapacidades: “Quiero ser igual a ella o mejor” algo así. Pero tampoco es que yo nado por querer dar el ejemplo, porque yo nado porque a mí me gusta y si llego a ser el ejemplo de alguien, pues, genial. Trato de hacerlo lo mejor posible.

MR: ¿Hay algún tema del que te gustaría hablar o del que te gustaría usar tu plataforma para sacar un mensaje? 

SV: Me gustaría que muchas niñas jóvenes del país vean las posibilidades de salir adelante, porque muchas no toman las mejores decisiones. Se van por otros caminos y pues, que vean el deporte como una herramienta de vida para salir adelante. Y también para chicos y chicas discapacitados, que puedan ver que hay otra posibilidad en la vida. Algo así.

MR: ¿Tienes algún modelo a seguir? 

SV: Ellie Simmonds, la británica. Ella también tiene una condición, no la misma que yo, pero es muy buena. Y me inspira mucho un surfista paralímpico de Colombia. Se llama Freddy Marimon y tiene 14 años y ya es un campeón mundial. ¡Él me inspira demasiado!

Pero tampoco es que yo nado por querer dar el ejemplo, porque yo nado porque a mí me gusta y si llego a ser el ejemplo de alguien, pues, genial.
— Sara Vargas

MR: ¿Tu equipo tiene algún ritual tradicional para buena suerte antes de las competencias?

SV: Somos muy positivos y nos animamos “¡Vamos, dale!” Pero también no hablamos mucho porque eso nos distrae. Pero rituales, no. Además, la natación es como un deporte individual. Cada uno sabe quién va a competir y nos deseamos suerte.

MR: Pero a pesar de ser un deporte muy individual, ¿sientes que se apoyan entre todos cuando van a competencias? 

SV: Sí, claro. Somos un equipo. Es muy chévere. Tenemos una conexión muy buena y todos queremos ganar siempre. Queremos ser el equipo que gane el campeonato. Entre todos, tenemos una mente ganadora. 

MR: ¿Cómo te afectó el coronavirus y la postergación de los Juegos Paralímpicos al año que viene? 

SV: Bueno, el coronavirus sí me afectó porque ahora no estoy yendo a la piscina para entrenar. La postergación de los Juegos Paralímpicos significa que tengo un año más para entrenar y prepararme física y mentalmente. ¡Puedo mejorar mis tiempos! 

Hemos editado y condensado esta entrevista por claridad. 

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María Rendo

is the communications assistant at Malala Fund. She is from Buenos Aires, Argentina and loves reading, cats and coffee.